Nombre o seudónimo
Edad
53
Género
Femenino
Nacionalidad
Venezolana
Institución de Educación Superior
Universidad de Los Andes, Mérida- Venezuela
Cuéntanos tu versión de la cuarentena, ¿cómo la sobrevives?
Sobrevivir a la cuarentena actual es para los venezolanos casi una más del padecimiento diario. Tenemos más de doce años con un sistema eléctrico deficiente, al igual que todos los servicios públicos, con escasez de alimentos y de combustible y con una continua hiperinflación. Encerrados, ya estábamos, sobreviviendo, ya conocemos esta situación. Nuestra existencia se encuentra en un estado de sitio permanente, la cuarentena solo terminó de confinarnos en nuestros hogares. Impedidos, ahora por razones sanitarias de acudir a nuestros espacios habituales.
En la universidad se nos solicitó dar clases por las redes, terminar el semestre a como diera lugar. Esto es realmente imposible en la precariedad de nuestra existencia. Vivimos en un permanente naufragio, la sociedad venezolana naufraga en un marea de opiniones, en una tensión continua, en un tiempo de verdades y mentiras a medias.
Cada día nos sorprende más, si es que ya nos queda esta capacidad, las decisiones del régimen en un país que adolece de todo y en al que nos hemos ido adaptando, esto no quiere decir, aceptando.
Mientras todo se desarrolla, yo persisto en mi trabajo, en las horas en las que tengo electricidad e internet, escribiendo, en los proyecto que no dependen de otros: mis proyectos curatoriales, mis artículos, las lecturas sobre los artistas que dan sentido a esta confusa realidad. Sigo adelante, es lo que se hacer, seguir adelante. Trabajo con mis alumnos no en sus clases normales, sino en su escritura como jóvenes críticos, nuestra historia debe ser contada. Una historia en la que ya importan ni interesan las ideologías, sino en lo que nos mantiene como humanos en medio de este naufragio.
¿Cómo podrían las universidades crear redes de solidaridad y apoyo para sus comunidades y sus sociedades, a partir de esta experiencia y nueva manera de entender las relaciones?
No sé ni cómo responder esto, si respondo que podríamos crear una red de investigación, testimonial, sobre esta confusa Venezuela, negaría la realidad de los pésimos servicios que tenemos. No puedo ni planificar una conexión pues no sé a qué hora nos dejaran sin electricidad o si la red funciona. Venezuela está cerrada a toda forma de inclusión, pero esto no es el imperio contra ataca, ni un película de la Guerra Fría recargada, todo este encierro ya estaba planificado por el régimen, y la situación se agrava con la pandemia. Ayuda, que nos permitan contar nuestra historia, que no nos coloquen en centro de un discurso de izquierdas o derechas, que podamos difundir no solo lo que padecemos, sino el cómo nos hemos ido transformando en medio de tanta imposición y disciplinamiento. Solo espero que después de nuestro local naufragio, las universidades permitan, sin prejuicios, contar nuestra historia, y probablemente podamos enseñar a otros que las ideologías solo las aguanta el papel, un discurso político pasajero, pero no una sociedad que ha aprendido con dolor, al ver partir a sus hijos, al ver como lo precario se estableció como vida, que la educación y la consciencia política como lugar de encuentro y de respeto,son las vías que nos pueden conducir a una verdadera definición de ciudadanía.
Hola ayer quería que tuvieran una imagen. La que creo que más se acerca a nuestra situación.
La Balsa de la Medusa de Nelson Garrido (2017), la metáfora de nuestro naufragio, pueden verla en: http://portafolio.nelsongarrido.com/?p=436,.