Edad: Epsilon
Género: Femenino
Nacionalidad: Dominicana
Institución de Educación Superior: Universidad APEC
Cuéntanos tu versión de la cuarentena, ¿cómo la sobrevives?
El tiempo que no estoy preparando clases, impartiendola en teams o calificando los ejercicios de los estudiantes (gurgus), me dedico a la inspección general de todos los rincones de la casa: habitaciones, baños, en fin tratando de encontrar motivos para limpiar, ordenar, clasificar ropa y hasta pintar dentro de los closets, con fines de mejorar la apariencia de los mismos, que por falta de tiempo no he podido revisar. Trabajar con el plomero, al descubrir alguna fuga de agua en algún wc.
Otras veces, escribo algunos párrafos de un libro que tiene mucho tiempo en mi ordenador y otras ocasiones son buenas para escuchar música de artistas favoritos, o música clásica si es de Amadeus. Igual me encanta escuchar música cristiana porque me brinda un ambiente propicio para realizar mis tareas académicas.
Algunos días de este encierro que dura casi cuatro meses, he sentido que me ahogo, cuando no hay nada que ordenar, lavar, limpiar y en uno de esos días de inacción, tome mis tijeras de podar y me corte todo el pelo, que crece silvestre amorfo y sin el cuidado que me prodigaba mi estilista. Creo que le dará un infarto cuando vea que eche a perder toda su obra.
Sin embargo, agradezco el confinamiento pues me he ocupado de mis plantas, de organizar las gavetas, regalar lo que no uso y soltar, soltar, soltar. Mejorar mi relación con mi hija y mis nietos «en linea» y parece mentira; aunque adoro bordar, no he dado ni una sola puntada…
Esta cuarentena que se ha vuelto centena, me ha servido para disfrutar el encanto de la vida simple y re-descubrir que necesitamos poco para ser felices. Solo nos necesitamos a nosotros y a los otros…
¿Cómo podrían las universidades crear redes de solidaridad y apoyo para sus comunidades y sus sociedades, a partir de esta experiencia y nueva manera de entender las relaciones?
Creo que las mismas herramientas que se emplean para impartir las clases virtuales pueden servir para redes virtuales de solidaridad y apoyo a los empleados y docentes, así como a los investigadores como acicate para el fortalecimiento de una red que nos permita ampliar nuestras relaciones de trabajo, amistad, solidaridad y apoyo entre las personas que trabajan en un mismo espacio universitario y con otras de otras instituciones de educación superior que compartan intereses mutuos académicos, artísticos, personales, de investigación; en fin, relaciones que estrechen lazos que nos permitan estar unidos por compartir afectos, trabajos, amistad…etc.