Hidaka Mimura

Hidaka Mimura
Osaka, Japón
24 años
Nacionalidad Japonesa
Centro de Investigación y Docencia Económicas
Licenciatura en Economía
118 días sin asistir a la universidad   

Los salones de clase han sido sustituidos por alguna mesa, escritorio, alfombra o cama. El bullicio de los pasillos, cafeterías y áreas de verdes, por voces que emergen de dispositivos electrónicos. Los abrazos, saludos y juegos, por el tacto de pantallas y teclas de computadoras.

Hogares donde los estudiantes de todo el mundo se resguardan del letal coronavirus, se han transformado en los nuevos centros de enseñanza, y el horario académico en vez de transcurrir en sitios diseñados para una colectividad, transcurren en espacios, reflejo de las circunstancias y gustos personales.

Desde una mexicana en Nueva York, hasta un ugandés en Krasnoyark, Rusia y desde ingeniería biomédica hasta enseñanza del arte, este  proyecto nos abre la puerta a la intimidad de los oasis de aprendizaje de estudiantes universitarios o de educación media superior, que estuvieron o están actualmente en confinamiento domiciliario por la pandemia de COVID-  19.

 

Elegí presentar una captura de pantalla de mi computadora mientras tomaba una clase en línea, porque me causó una impresión muy grande estar aprendiendo junto con mis compañeros que están en el extranjero.

Si no hubiera una pandemia global, en este momento me encontraría, como en años anteriores, en México siendo estudiante de intercambio.

Entre estos dos países existe una diferencia horaria de 14 horas y como estoy acostumbrado al horario del país en que estuve hace algunos meses, mi vida ha cambiado bastante, por ejemplo, suelo despertarme a las tres de la madrugada, porque a esa hora es de día en México.

Aún no he tenido oportunidad de asistir presencialmente al campus universitario, pero me encantaría conocer su ambiente y también   convivir con mis compañeros.

La educación por internet me parece una excelente alternativa, pues nos permite asistir a clases sin importar el lugar del mundo en donde nos encontremos.

Para los estudiantes de intercambio, el aspecto positivo de estudiar en línea es que no gastamos en vuelos, ni en  vivienda, ya que podemos seguir adelante con nuestros estudios, desde nuestro lugar de origen, lo que nos ofrece cierto grado de igualdad económica.

Me encuentro sumamente intrigado por el desarrollo de las tecnologías de la comunicación que estamos experimentando. Me he dado cuenta que esta crisis nos está abriendo las puertas a nuevas posibilidades de enseñanza y de trabajo.