Nombre: Rodrigo Melo
Seudónimo: Skamh
Edad: 31
Género: Masculino
Nacionalidad: Colombiano
Institución de Educación Superior
Universidad Antonio Nariño
Cuéntanos tu versión de la cuarentena, ¿cómo la sobrevives?
De la vida en piloto automático a otras formas.
Al ser una persona que como muchas otras estudia y trabaja, el ritmo de vida que tenía antes de la cuarentena, oscilaba entre carreras para cumplir en todos los escenarios (hogar, universidad, trabajo y amigos) y un estado de agotamiento notable. Además de un sentido de la vida bastante instrumental, casi sin tiempo para mediar entre: el actuar, el sentir, el pensar y el reflexionar (algo así como un autómata).
Durante este periodo de cuarentena, pese a la gran cantidad de problemáticas que trae consigo, existe también para mí, un tipo de reivindicación con nuestros hogares, esos que por la velocidad a la cual estamos habitualmente expuestos, veíamos tan escasamente, y hablo aquí tanto del recinto físico, como de ese mentado núcleo estructural de la sociedad que es la familia.
Así las cosas, este ha sido entre muchas situaciones, también un breve respiro del mundo exterior y sus afanes. He visto desde las dinámicas del hogar y el tiempo compartido con mis familiares, esa otra forma de vida.
Por lo menos, es curioso, como de estar estresado por los inventarios de unas mercancías de las cuales no soy más que su custodio. Ahora, estando en casa, mi preocupación si repercute en algo inmediatamente mío y de mi familia, como lo es la preparación del almuerzo, o que actividad podemos desarrollar y que nos guste a todos, o una charla o en fin, algo dentro de ese núcleo que nos permita compartir y hasta conocernos mucho más.
¿Cómo podrían las universidades crear redes de solidaridad y apoyo para sus comunidades y sus sociedades, a partir de esta experiencia y nueva manera de entender las relaciones?
Aún cuando desconocemos los alcances esta contingencia en todos los sentidos, si algo ha quedado claro, es que muchas de las cosas que hemos naturalizado historicamente merecen y deben ser replanteadas, reestructuradas, y reformuladas. Por iluso que pueda oírse, esta vez los cambios más que beneficiar el status quo, deben ir dirigidos al bienestar comunitario.
De este modo, creó que desde las instituciones de educación en todos los niveles, se hace urgente una nueva orientación curricular que incluya esa formacion desde la complejidad, donde se logre atraer la curiosidad de los estudiantes, pero, no con fines mercantilistas o mecanisistas, sino con talante humanista. Donde comprendamos que todos en absoluto somos pequeñas células dentro de un constructo superior, el cual se ve alterado de acuerdo con nuestras actitudes y nuestros actos. Así, aportaremos desde la educación una nueva búsqueda de la identidad de la humanidad, desde si misma, y para si misma, no como hasta ahora, a través de los escaparates y el poder adquisitivo.