Parissa
Hamadan, Irán
22 años
Instituto Nargess
67 días sin asistir a la escuela
Los salones de clase han sido sustituidos por alguna mesa, escritorio, alfombra o cama. El bullicio de los pasillos, cafeterías y áreas de verdes, por voces que emergen de dispositivos electrónicos. Los abrazos, saludos y juegos, por el tacto de pantallas y teclas de computadoras. Hogares donde los estudiantes de todo el mundo se resguardan del letal coronavirus, se han transformado en los nuevos centros de enseñanza, y el horario académico en vez de transcurrir en sitios diseñados para una colectividad, transcurren en espacios, reflejo de las circunstancias y gustos personales. Desde una mexicana en Nueva York, hasta un ugandés en Krasnoyark, Rusia y desde ingeniería biomédica hasta enseñanza del arte, este proyecto nos abre la puerta a la intimidad de los oasis de aprendizaje de estudiantes universitarios o de educación media superior, que estuvieron o están actualmente en confinamiento domiciliario por la pandemia de COVID- 19. |
En medio de la pandemia por coronavirus, mi espacio de estudio sigue manteniendo una atmosfera relajada y dos cosas que amo: las flores y los libros.
Este es el lugar donde pienso acerca de mi futuro y reflexiono acerca de lo que estamos viviendo. Me gusta meditar acerca del coronavirus, hay veces que incluso le hablo a este ser.
Pienso que la llegada de este virus trajo consigo muchos aspectos positivos, pero usualmente solo nos interesa el hecho de que es algo que nos enferma. Por ejemplo hizo que redujéramos nuestros horarios de trabajo, que cuidáramos más de nuestros hogares, que leyéramos más, que hiciéramos más uso de nuestra creatividad, que remplazáramos nuestra comida chatarra por alimentos cocinados en casa y que fuéramos más gentiles, más nobles con nosotros mismos.
Me di cuenta de que somos creaturas con mucho poder creativo y talentos, solo que no nos damos el tiempo para darle uso a esas facultades. El coronavirus nos dio la oportunidad de conocernos a nosotros mismos y de darnos cuenta de lo preciado que es nuestra salud.
Vivamos el resto de nuestras vidas de manera significativa, recordemos que nuestra existencia tiene un significado profundo