Algarrobo de Piura

Nombre: JOSE MIGUEL GODOS CURAY

Seudónimo: Algarrobo de Piura

Edad: 63

Género: Masculino

Nacionalidad: Peruano

Institución de Educación Superior

Universidad Nacional de Piura (Perú)

Cuéntanos tu versión de la cuarentena, ¿cómo la sobrevives?

TIEMPO PARA LA FAMILIA Y LA SOLIDARIDAD

La cuarentena ha conseguido lo tantas veces invocado y pocas veces cumplido en la escuela, la familia y la Iglesia. Comunicarnos más cara a cara. Almorzar y cenar juntos. Compartir el juego amable. Asumir el rito de la siesta interminable. Sentir, crudamente, las angustias y los pesares. Vivir las necesidades y buscar soluciones creativas para el ahorro. Ser repentinamente buenos y solidarios con los otros. Sentir la delicia del agua fresca y el pan de la mañana cuyo sabor habíamos olvidado. Miedo desnudo frente a los abuelos y la higiene superlativa en todo lo que hacemos y emprendemos. Decepción frente a quienes creen que incumplir la ley es un malabar en la cuerda floja.

 

Descubrir que los de antes ya no somos los mismos y nos atemoriza ese uso desproporcionado del Internet que lo hace lento e imaginar la vida de encierro sin el teléfono celular. Cada uno metido en su casa pero pendiente de esa sutil chismografía en la redes sociales en donde jovencitas boquiabiertas contorsionan sintiendo el calor del hogar como una insoportable prisión. Y ante estos días sombríos el vivir enmascarados para evitar el contagio practicando con jabón el deporte de Pilatos. Lavarse las manos. En las redes sociales se escribe mucho y poco que se habla. La grosería patética ocupa el lugar de lo que podría ser una entrevista con los hijos ausentes y los parientes lejanos en el lugar más apartado del planeta Los maestros se reencuentran con los libros olvidados tratando de entender y aplicar la metodología del Aula Invertida.Destrezas nuevas para caballos viejos.

 

Hemos vuelto por grado de fuerza al hogar. Estamos estacionados con el ánimo a cuestas pero no vencidos. Sentir una guerra planetaria declarada con armas invisibles es una experiencia extenuante que empuja al tedio y el aburrimiento. En contraste el placer de los que leen libros impresos no los impalpables de la pantalla.Ventaja podemos ampliar el tamaño de la letra impresa. Desventaja el dolor de cuello retorcido. Nunca antes se religó la familia. Nunca antes extrañamos las aulas bulliciosas y la vitalidad de los pasillos Nunca antes aprendimos a valorar el tiempo perdido. Nunca antes comprendimos la grandeza íntima de la proximidad familiar. Nunca antes fuimos testigos de esta contabilidad espantosa de docentes y universitarios muertos sin la tradicional despedida y ningún ruego.

 

En este caleidoscopio de emociones intensas afloró esa alcantarilla a borbotones de juicios de valor e insensatas opiniones. La arremetida de opinólogos, cojudólogos y sabelotodo no se detiene. La supina ignorancia en todo tiene apariencia de seriedad. Más emociones que razones. Goebbels, el padre de la propaganda nazi se sentiría de plácemes, inoculando la angustia, la desesperación y el desconcierto manipulando mentiras de todo tipo en los medios de comunicación. O pontificando sobre los portentosos efectos de los antiguos remedios caseros de la abuela como el ajo, el limón, la palta, la yerba luisa, la manzanilla, la cascara de plátano, la pepa de guaba y el toronjil como antídotos para la pandemia. Sin contar el caldo de aceituna que ahora protege contra los bíblicos males. Inventar soluciones sigue siendo un portentoso negocio. Zahorís y sibilas a la orden del día.

 

Internet es el protagonista de un tsunami incontrolable de mentiras por los medios de comunicación social. Los diarios disminuyen páginas y adelgazan de pronto anticipando una crisis provocada por la escasez de papel. A contrapelo en los mercados la buena gente compra papel higiénico en cantidades inimaginables como si se fuera a producir el ultimo cague de la historia.

 

Un inventario de estupideces de los nuevos y estrechos dueños de la verdad se apodera de las redes sociales. Nunca antes la verdad se disolvió como agua sucia en el torrente de los acontecimientos cotidianos. Faltas de ortografía y sintaxis abundan en los textos y desnudan el mal uso de la lengua en particulares formas. Hoy las nuevas tareas son el limpiar los recovecos de la casa. La gratuita jardinería. El ordenamiento de lo desordenado. El hallazgo de tantos objetos inútiles ocupando espacio como en esas pueblerinas ferias que amontonan todo y nos muestran el hacinamiento con el que convivimos cotidianamente. El trastero se puso de moda.

 

Sucede siempre. Los beneficiarios de las ayudas del Estado amanecieron haciendo cola en los bancos. Hubo carenciados con necesidades a flor de piel pero también falsos con disfraz de pobres. Vivarachos pidiendo ayuda porque la ocasión es propicia. Y no demora en desatarse, como en ocasiones anteriores, legiones de mendigos y pedigüeños. A río revuelto buscar ganancias a como ha lugar. Escasez, sobre valoraciones, conflictos de poder y gasto son los bemoles de esta nueva gimnasia nacional. Pero los pobres que recibieron el subsidio no compran alimentos sino televisores digitales de oferta y cerveza para revender en tiempos de escasez.

 

Una inexperiencia inolvidable e increíble son las calles aseadas y desinfectadas. Las colas ordenadas. El alcohol en gel para usar el cajero. La desinfección de los zapatos. Los buses sin pasajeros de pie y con sorprendente comodidad. Válganos Dios en todo ese escenario no estuvieron vacíos los mercados. Ordenados de pronto con el uso obligado de la máscara y guantes. Sacamos 20 en aseo. Los precios fluctúan no por la oferta y la demanda sino por las olas especulativas que se diluyen en la mar en calma. El forado en la economía regional, nacional e internacional a estas alturas es enorme. Si la gratificación de un docente universitario es 300 soles. Dos bonos de 380 son una tinka anticipada sin mayor esfuerzo. Las pérdidas son cuantiosas. El efecto dominó en la economía, se traslada a todas las actividades. La recesión se vislumbra y los recursos del Estado para atender a los más necesitados crece geométricamente en bolsillo roto. Los más afectados son los actores de la economía informal subordinados a los beneficios del momento sin fondos de reposición de sus productos. Comen de lo que logran en el día. Hoy no tienen nada que vender.

Signo de estos tiempos son las colas en todas partes. En los bancos para cobrar subsidios, en las farmacias con precios bajos pero sin stock de productos, en los mercados, en los hospitales y las morgues. Familias enteras en los portones de los establecimientos penitenciarios.

 

En tiempo de cuarentena las ventas se desploman. Pese a las dificultades los mercados hasta hoy disponen de productos a precio variado. Las amas de casa prefieren concurrir a los mayoristas en busca de mejores precios. De pronto nos hemos refugiado en potajes y platos olvidados con sabor tradicional al momento del almuerzo. En momentos duros afloran profundos sentimientos religiosos y la serena confianza que el mal tiempo va a pasar. Otros citan el apocalipsis e invocan arrepentimiento. Pero también hay quiénes sin miramientos sólo esperan que esta pandemia arrase con los abuelos. Estas páginas de la historia serán escritas con sangre sudor y lágrimas.

De pronto nos quedamos sin alumnos en las aulas, prisioneros de la pandemia. Tiempos para pensar y repensar con la pantalla en blanco. Haciendo malabares con la economía. Llorando en silencio por los muertos. Tantos amigos ausentes, Tantos correos y premios consuelo de silencio y de abrumadoras desolaciones. Mis alumnos me escriben que en sus pueblos la vida se torna dura y complicada. Muchos no volverán pues tienen que trabajar. «Mi padre ha muerto y tengo que hacerme cargo de la casa» me escriben unos y otros replantean sus proyectos y futuro.Algo hay que hacer. En este país patas arriba destetado con incredulidad y miedo. Algo hay que hacer por los nuevos desafíos de la educación a distancia con juguete nuevo.

 

Ahí estamos aturdidos, agotados, desencantados, aburridos otros deprimidos, otros enchichados desafiando la autoridad. Si quince días parecen una eternidad como serán los años interminables de carcelería. Nuestra profunda gratitud a los médicos, enfermeras, policías, soldados, gobernantes y a todos los conductores, comunicadores responsables, comerciantes y ciudadanos que con dignidad y decoro enfrentan el momento y asumiendo que la solidaridad humana no es una virtud postiza o una obligación forzosa. Sino una donación personal en la que la vida se ofrenda por el desinteresado afán de servir a los demás. ¿Les parece poco?

 

¿Cómo podrían las universidades crear redes de solidaridad y apoyo para sus comunidades y sus sociedades, a partir de esta experiencia y nueva manera de entender las relaciones?

La democratización de la universidad es una realidad entender que no hay diferencia entre universidades públicas y privadas. Sin embargo, la universidad pública requiere de una atención preferente del Estado.

Debemos entender que el conocimiento y la ciencia no son privativas y no se puede desoír las legítimas demandas de las comunidades excluidas.

Es necesario retornar a las raíces y rescatar las expresiones de la cultura y sabiduría popular. En Perú cuando se cerraron las farmacias aparecieron los herbolarios con las recetas de la abuela que mostraron su utilidad práctica. La universidad tiene que realizar un rescate de estas expresiones del conocimiento tradicional.

La composición de la población estudiantil señala que nuestros alumnos proceden de muchas comunidades apartadas y desatendidas hacia donde la universidad tiene que intervenir. El alumno provinciano puede convertirse como puente entre la universidad y su comunidad.

El voluntariado universitario es una enorme posibilidad de aplicación del conocimiento aprendido en la realidad.

La universidad es una en el continente y debemos afianzar redes de docentes y estudiantes mediante la distribución de directorios qque faciliten la conexión y hagan visibles a los invisibles.

Urge fortalecer la ciencia, la investigación, el intercambio de experiencias y la realización deproyectos solidarios conjuntos.

La universidad no es ajena a los acontecimientos políticos urge una revaloración de la escuela pública y su conexión conla universidad.

Fomentar el acceso a repositorios virtuales universitarios y planear a IFLA se consagre el año 2021 a fomentar el fortalecimiento de las bibliotecas universitarias a nivel mundial.

Suscribir una Declaración (carta) de las Universidades del Continente por los imprescriptibles derechos a la vida, la salud, preservación del medio ambiente, rescate de las expresiones de la cultura ancestral y acceso al trabajo de los jóvenes sin exclusión.