Zaldivar Cruz Cristian Mauricio

Zaldivar Cruz Cristian Mauricio                
Ciudad de México
22 años
Universidad Nacional Autónoma de México
Licenciatura en Contaduría
130 días sin asistir  a la universidad
IG: Mauricio.zaldivar

Los salones de clase han sido sustituidos por alguna mesa, escritorio, alfombra o cama. El bullicio de los pasillos, cafeterías y áreas de verdes, por voces que emergen de dispositivos electrónicos. Los abrazos, saludos y juegos, por el tacto de pantallas y teclas de computadoras.

Hogares donde los estudiantes de todo el mundo se resguardan del letal coronavirus, se han transformado en los nuevos centros de enseñanza, y el horario académico en vez de transcurrir en sitios diseñados para una colectividad, transcurren en espacios, reflejo de las circunstancias y gustos personales.

Desde una mexicana en Nueva York, hasta un ugandés en Krasnoyark, Rusia y desde ingeniería biomédica hasta enseñanza del arte, este proyecto nos abre la puerta a la intimidad de los oasis de aprendizaje de estudiantes universitarios o de educación media superior, que estuvieron o están actualmente en confinamiento domiciliario por la pandemia de COVID- 19.

Les presento el espacio dedicado a mis labores escolares y al desarrollo de mi creatividad: se trata de mi estudio, habitación y salón de clases desde el inicio de la cuarentena.

Es un lugar pequeño y sin muchas cosas, pero me gusta conservar un estilo minimalista. Encima del escritorio usualmente se encuentra mi cámara análoga favorita, una fotografía, una Fisco Agenda y una carpeta.

Elegí este espacio porque es mi favorito en toda la casa, ya que cuenta con mucha iluminación natural y un par de lámparas de techo.

Lo mejor de no ir a clases es estar más tiempo con mi familia, antes era difícil coincidir por nuestros horarios laborales y escolares.

Lo que más extraño de asistir a la universidad es caminar a un lado de mis amigos por sus instalaciones cargando mi mochila y dentro de ella, un tesoro: mí cámara rodeada de útiles escolares. Anhelo encontrar de nuevo un hermoso atardecer o algún otro momento especial que capturar